Público: Hacia mucho tiempo que no se veía al Estadio Liebig’s tan repleto en un partido de copa de clubes. Una fiesta que convocó a miles de personas que llegaron de todos los barrios fraybentinos como de Salto, en un buen número.
Humo: Una moda que no incomoda podría ser la modalidad de las bombas de humo de colores, rojas y verdes identificando a los equipos. Incluso en la salida de los equipos, un humo blanco impresionante cubrió gran parte de la cancha haciendo imposible identificar a alguno. Hay que tener en cuenta que es parte de la fiesta obviamente.
Mascotitas: Impresionante la cantidad de mascotitas que ingresaron al campo de juego con los equipos. Desde bebes de brazos hasta algunos y ya grandecitos. Todo era posible para sacarse la foto con el equipo. Después todos en enjambre corriendo hacia la salida de la cancha.
Veedores: Fueron designados por OFI, Heber Scirgalea como veedor administrativo y Ana Zeni de protocolo, aunque hay que señalar que mas allá de los roles de cada uno, hubo complemento de tareas para que todo saliera de la mejor manera posible.
Aprendiendo: Vale decir que tomando nota, fijándose en detalles, preguntando, el veedor local Jorge Rivero -quien hizo el curso para dicha tarea-, estuvo acompañando y apoyando en lo que necesitaran a los concejeros designados.
Concejeros: Quienes estuvieron desde temprano y después en la entrega de premios fueron, el Presidente de OFI Sebastián Sosa, junto a los Concejeros Walter Martínez, Jorge Ortiz, además de Fernando Rodríguez Soto que solo estuvo mirando el partido.
Ex Presidente: A quien vimos acompañado de su hijo, fue al ex Presidente de OFI, Mario Cheppi que llegó sobre el partido, en busca de un lugar para observar cómodamente. A poco del final los lugares que quedaban eran muy pocos en zona de “palco” abajo de las cabinas, aunque no está delimitado como tal.
Lejos: Por eso los Concejeros de OFI vieron el partido en la tribuna que no estaba habilitada, la que da al parque detrás de uno de los arcos. Allí lejos del tumulto, evitando problemas vieron el partido aunque con el sol de frente.
Vallas: Detrás de uno de los arcos, el que que da a calle Inglaterra no estaba habilitado pues no había vallas para impedir el pasaje de la tribuna visitante a ese lugar. Tras algún dialogo previo, las vallas fueron a ser colocadas pero regresaron y pusieron efectivos de seguridad. Para el comienzo del partido mientras el golero local ocupaba ese arco, se permitió que los que estaban parados en la tribuna principal ocuparan ese lugar.
Corriendose: Para el complemento con el golero visitante en ese arco, se hizo desalojar ese sector detrás mismo del arco. El público se ubico en los sectores que dan, en esa tribuna pero contra las tribunas de los costados.
Campeones: Tras el triunfo como suele pasar habitualmente, los campeones sacan una camiseta con la inscripción como tales. Y esta vez no fue la excepción aunque muchos de los jugadores optaron por quedarse con la que terminaron el partido.
Gesto: Y hay que aplaudir este tipo de cosas. Los jugadores de Universitario le hicieron una pasarela cuando los “raneros” fueron a buscar su copa y sus medallas al estrado. Al bajarse, y cuando alguno cabizbajo tomaba a los vestuarios, el capitán Peletti les dijo, “muchachos, nos quedamos un ratito por acá” para ver y aplaudir la coronación de los rivales. Excelente.
Gesto 2: Otro hecho que no pasó desapercibido y que los medios de prensa se hicieron eco fue el del golero suplente de Universitario, John Burgart, que aun en medio de los festejos se tomó un tiempo para consolar a un alcanza pelotas que lloraba por la derrota. Notable gesto porque no todo es ganar…
Coladera: Quizás un tema que deba controlarse de otra manera, de pronto obligando a salir a todos de la cancha, es cuando se van a estregar las medallas y la Copa. Hay decenas de personas que se meten por todos lados y las restricciones a los medios de prensa para las fotos pasa a un plano secundario. Incluso los jugadores no festejan solos en la cancha y el trabajo de notas por momentos, se hace bastante complicado esquivando gente.
Escribe: Francisco Connio